Hay algo de azar y de juego en toda la práctica artística de Mauge Saenz Asprea, desde la recolección de variedad de papeles para comenzar a crear, pasando por la tarea de definir detalles y hasta el momento de dar fin a cada obra. El foco de su trabajo está en los colores, sus vibraciones, sus sutilezas, sus texturas y sus múltiples posibilidades compositivas. En la búsqueda de un equilibrio, los vacíos y los blancos toman protagonismo para lograr abstracciones espontáneas, vivas y móviles, que sean amistosas y sugerentes a la misma vez. Para esto, el collage y la pintura son sus herramientas principales. Cada elemento de sus obras se remiten a recuerdos de momentos vividos: aromas, imágenes, sensaciones, bailes, músicas... En el papel todo esto toma forma, se fusiona, se superpone, y de allí surgen los más variados recorridos, que transmutan como magníficas sorpresas dentro del caos.